Las nuevas grúas del sector eólico revolucionan el viento superando viejas barreras.
Jon Valdivielso. Communication Manager. Liftra SL
La reducción de costes propios de las labores de mantenimiento y de los recursos que empleamos durante estas operaciones, es el principal objetivo de la industria eólica en el viejo continente, donde la construcción de nuevos parques se limita al repowering y la instalación en áreas que, con las tecnologías anteriores, resultaban demasiado remotas e inaccesibles.
Multiplicadoras y generadores son los componentes que más traen de cabeza al empresario eólico, y a los que destina la mayor parte de los recursos, suponiendo a veces hasta un 50% de los mismos.
Podría parecer mucho esfuerzo para una situación que podríamos considerar rutinaria y previsible, e incluso prevista, pero lo cierto es que la operación no es tan sencilla.
Actualmente, con los sistemas tan avanzados de mantenimiento preventivo disponibles en el mercado, es posible estimar cuando se deberá realizar el cambio de una multiplicadora y aun así, requiere de una coordinación perfecta entre: aprovisionamiento de la nueva multiplicadora, disponibilidad de los operarios para esas fechas (dependerá del tipo de contrato de mantenimiento que se haya firmado), búsqueda de los útiles necesarios y el que es quizá el mayor gasto, movilización de la grúa o grúas necesarias para la maniobra. Teniendo en cuenta que aún en los casos en los que estos trámites se realicen en perfecta coordinación, las condiciones ambientales y meteorológicas, pueden echarlos por tierra en el momento de la verdad.
Pero no hay que resignarse, ya que en esta década, el avance en este campo ha sido excepcional.
Como mencionábamos anteriormente, los sistemas de mantenimiento preventivo han mejorado mucho, las empresas propietarias de los parques eólicos firman cada vez contratos más ventajosos con las cada vez más competitivas compañías de operación y mantenimiento e incluso se negocian contratos marco con los propietarios de las grúas.
Sin embargo, tecnólogos, empresas de mantenimiento y propietarios siguen intentando tener más control sobre estas facetas, desarrollando tecnologías para la operación y mantenimiento cada vez más ligeras:
Gamesa desarrollo y probo la "grúa Flexifit" para sus modelos G10X, capaz de levantar e instalar el generador, la multiplicadora y el hub.
Vestas desarrolló la "Towercrane" que se instalaba en la parte más alta de la torre de la turbina mediante un brazo, permitiendo los cambios de multiplicadora desde lo alto del molino.
Por último, Liftra, empresa que desarrolla, diseña y produce útiles de izado, transporte y mantenimiento de aerogeneradores, ha desarrollado su grúa "Self Hoisting Crane".
Aunque otros tecnólogos están actualmente realizando nuevos desarrollos, se espera la aparición de herramientas similares en el futuro a medio plazo, dado el largo ciclo de desarrollo y certificación de estas soluciones.
Liftra Self-Hoisting Crane es un sistema multimarca patentado compatible con un gran número de aerogeneradores entre las que se encuentran los modelos Vestas V80-82, GE1.5, Siemens 2.3, Suzlon S88, NegMicon N72-82 o Nordex 2.5MW, por el momento.
Esta grúa se iza a lo alto de la turbina por sí misma desde el contenedor de 40" en la que se transporta, en un solo camión, eliminando la necesidad de desplazar o hacer uso de cualquier otra grúa.
Sin olvidar que también mejora a la mayoría de las grúas convencionales en algunas de las barreras ambientales, trabajando sin problemas a -20C, con ventanas de viento de hasta 18m/s.
Como contra partida, hay que tener en cuenta algunas consideraciones, ya que la grúa no es compatible con todas las turbinas eólicas del mercado. Los molinos candidatos a usar esta nueva tecnología tienen que tener una góndola en la que el techo se pueda retirar, de una altura máxima de torre 140m y cuya multiplicadora o generador que no supere las 24t, generalmente, todas aquellas tecnologías hasta los 2.5MW.
Quizá lo mejor de este tipo de tecnologías, más ligeras y movilizables, sea su capacidad de acceso a cualquier zona por difícil o remota que sea:
Eliminan la necesidad de construir una playa artificial cada vez que se tenga que cambiar algún componente de la turbina, evitan tener que apuntalar un puente con obra civil para que pasen las enormes grúas o de tener que asfaltar una pista en medio del monte en los están situados algunos parques eólicos, todas estas situaciones reales.
No hay restricciones, las nuevas grúas ligeras pueden estar realizando un cambio de multiplicadora en Filipinas hoy, y en menos de un mes una operación de instalación de un generador en Sicilia o Mauricio, tan solo es necesario enviar un container convencional a cualquier lugar del mundo.
Y probablemente lo más importante, estas tecnologías brindan la oportunidad de instalar aerogeneradores en nuevos mercados y países remotos, en los que antes el escenario era demasiado arduo y costoso, permitiendo una garantía de servicio económicamente viable.
Tanto es así, que se estima, podrían suponer 300MW instalados adicionales por año para cualquiera de los principales tecnólogos.