“En España legisla Don Quijote y ejecuta Sancho Panza”
He coincidido estos días con dos buenos amigos aragoneses, grandes expertos en la gestión urbana, con los que ha sido inevitable conversar sobre la ciudad actual que la sociedad está propiciando y sobre la eficacia de la planificación.
De una parte Sebastian Gracia Santuy, un jurista que siempre ha trabajado desde la función pública y que asesora a los ayuntamientos de la provincia de Huesca desde la Diputación; y de otra Vicente Pérez Escartín, un Arquitecto Técnico con una dilatada trayectoria como profesional liberal, como directivo de grandes inmobiliarias y también desde hace muchos años como gestor público.
Dado que ambos asesoran fundamentalmente a las ciudades oscenses, todas ellas de reducido tamaño (Huesca por ejemplo apenas supera los 50.000 habitantes) les preocupa muchísimo todo lo relacionado con la gestión urbanística ya que los mercados inmobiliarios débiles suelen tener de la misma manera una reducida capacidad de gestión por parte de los municipios que son pequeños, como de las empresas locales, inevitablemente pequeñas.
Y esto me lo compartían en referencia a que la mayor parte de las veces los planes urbanísticos locales son poco o nada ejecutables, por plantear actuaciones y proyectos fuera de escala y que requieren de una complejisima gestión urbanística que no solo demandaría de de una gran capacidad de gestión y de recursos económicos, sino que además su ejecución, al estar fuera de escala, requeriría de plazos muy dilatados, que a la postre hacen inviables los proyectos urbanos de los planes: muy bien intencionados pero irrealizables por no tener viabilidad económica.
Yo les compartí también numerosas experiencias de los municipios en los que trabajé como urbanista, pero sobre todo les enfaticé que no bastará con garantizar la viabilidad económica o empresarial... Si los planes finalmente, aún siendo realizables, no van orientados a mejorar la calidad de vida de sus vecinos, con mejores servicios y con oportunidades para desarrollarse como personas, entonces no habrán merecido la pena.
Las Ciudades Comprometidas requieren dotarse de planes viableseconómicamente (realizables), empresarialmente(con el concurso de las empresas locales fundamentalmente), legalmente (en el marco de todas las normas y concertados con las administraciones y colectivos sociales), urbanísticamente (propiciando ciudades armónicas, competitivas y con calidad de vida) y sostenibles (ambientalmente y viables a todos los niveles)... Y en eso estamos desde aquí, en este blog, propiciando el Desarrollo de Ciudades Comprometidas.