Estado actual de las iniciativas en pro de la eficiencia energética en Madrid
En la actualidad, es casi por demás poner énfasis en la importancia que tiene la noción de eficiencia energética en el marco de las estrategias para el uso de energía limpia y ahorro de la energía. Nuestra sociedad depende ampliamente del uso de la energía, y por más que se encontraran las fuentes más limpias de producción de energéticos, si la energía producida no se usara de forma eficiente, todos los esfuerzos se verían mermados.
En grandes zonas urbanas como Madrid, es aún más importante contemplar no sólo el cambio de paradigma en la producción de energía, sino también cómo lograr que esta energía se use de forma eficaz y que se logre generar la mayor cantidad de satisfactores posibles por la menor cantidad de energía.
En Madrid, como en toda España, este problema de gran consumo energético no se limita a los vehículos y la industria: el envejecido parque inmobiliario es una fuente constante de desperdicio energético puesto que las construcciones realizadas antes de que los parámetros de eficiencia energética se establecieran como una norma legalmente sancionada, consumen mucha más energía para los usos más cotidianos como son la producción de agua caliente sanitaria y la calefacción.
Sin embargo, afortunadamente la situación se reconoce no sólo desde un plano institucional, sino también a escala ciudadana, con lo que hay cada vez más esfuerzos e iniciativas para optimizar cada vez más el uso eficiente de la energía no sólo en la ciudad misma, sino en el conjunto de los municipios que integran la Comunidad de Madrid. Algunas de estas interesantes acciones son las siguientes:
La implementación del Concepto 50/50
Esta iniciativa es una excelente forma de involucrar a la comunidad educativa en el ahorro y uso eficiente de la energía. Esta propuesta (cuyo programa piloto se usó con mucho éxito en Alemania desde antes que finalizara el siglo pasado), consiste en que el ahorro económico generado por la implementación de medidas enfocadas a mejorar la eficiencia energética en escuelas y centros educativos se regresa directamente a la escuela involucrada, y el resto se traduce en un ahorro claro para la entidad pública encargada de pagar las facturas (en el caso de la comunidad de Madrid, se trata del municipio). En esta comunidad son muchos los municipios que ya suscriben esta iniciativa, apoyada por la Unión Europea y gestionada por instituciones no gubernamentales implicadas en la protección del medio ambiente. Destaca el último municipio en suscribir este concepto: el de Ciempozuelos.
El ejemplo de las viviendas de la cooperativa Arroyo-Bodonal
Para hablar de los edificios que menos consumen en energía en la Comunidad de Madrid, hay que hacer una pausa y hablar de la certificación LEED. Estas siglas se corresponden con Leadership in Eenergy and Enviromental Design, y se trata de un sistema que permite certificar edificios sostenibles. No se trata de una iniciativa europea, si no americana, pero permite evaluar en un proyecto inmobiliario, todos los aspectos relativos a la utilización de energías alternativas y la eficiencia energética, en el consumo de agua, materiales, calidad ambiental interior y otros semejantes. La certificación otorgada por LEED no es obligatoria, sino voluntaria y permite evaluar las mejoras globales en la industria de la construcción de cara a la eficiencia energética. La más alta calificación energética otorgada por este organismo es la calificación platino, y actualmente sólo la cooperativa de viviendas Arroyo Bodonal, en la Comunidad de Madrid, es el único edificio en Europa que lo posee.
Hay que reconocer un esfuerzo de esta magnitud porque en principio es caro, es complicado e implica una intensa movilización de recursos, pero todo ello se traduce en una construcción cómoda y súper eficiente en términos de consumo energético, de agua e inclusive de espacio. Los cálculos realizados por los miembros de la cooperativa sostienen que cada apartamento costó aproximadamente un 6% más que una construcción medianamente sostenible.
Para la cooperativa, en periodo de crisis económica, fue difícil conseguir el financiamiento, los créditos, e incluso la valoración de su esfuerzo de construcción. Pero en la actualidad, todo ello ha quedado en el olvido. Su ahorro energético es superior al 75% y su emisión de gases contaminantes menor también en más de un 70% a una vivienda estándar. El edificio enfatizó en su construcción el aislamiento térmico, un aliado muy fuerte de la eficiencia energética y por el uso de sistemas eficientes de calefacción y enfriamiento. La temperatura es muy confortable al interior a lo largo del año: 22°C en invierno y 25°C en verano. Sin gastos excesivos ni contaminación. El edificio está incluso preparado para la llegada "masiva" de los coches eléctricos. Se trata de un edificio en que el futuro está presente, y es el orgullo en cuanto a eficiencia energética de la Comunidad de Madrid. (Más información sobre este edificio en las redes sociales de la propia cooperativa que lo gestiona).
Estos dos ejemplos nos hablan de una comunidad involucrada en diversos niveles (y no sólo administrativamente), con la eficiencia energética. Esperemos que todos estos esfuerzos se multipliquen y se traduzcan paulatinamente en un menor consumo de energía y un mayor respeto al medio ambiente, no sólo a escala doméstica sino también en la industria y el transporte, convirtiendo a Madrid en una ciudad más limpia y energéticamente sostenible.
